Iris Arancibia

Iris actualmente tiene 67 años, vive en el sector de Lo Boza, es dueña de casa y cuida a sus nietos.

   APORTE A LA COMUNIDAD DE RENCA

A inicios de la década de los 90, Iris llegó a vivir a las Chancherías en la población Lo Boza, sin luz eléctrica ni agua potable. Ella cuidaba y educaba a sus hijos, que en ese entonces tenían uno y cinco años.

Ella relata que, en ese entonces, “se hacía lo que el hombre decía”, y que se desenvolvía en un contexto sumamente machista  marcado por la violencia intrafamiliar.

Iris se preocupó porque vio que los niños y niñas transitaban solos por el sector del bosque, exponiéndose a diversos riesgos.

Por eso decidió acompañarlos, ya que encontraba injusto y riesgoso que anduvieran sin la compañía de una persona adulta. Fue así como empezó a tocar puertas para visibilizar y pedir apoyo para trasladar a los niños, niñas y adolescentes del sector hacia sus escuelas. Y como no encontró respuestas, resolvió quitarle el carretón a su marido, lo adaptó con ayuda de un vecino, lo pintó celeste y comenzó a trasladar a los niños y  jóvenes del sector a sus respectivas escuelas y jardínes infantiles.

Fueron ocho años en los que transportó, cuidó, escuchó y contuvo a niños y niñas, en una época, dice que fue una de las más felices de su vida.

“Me contaban sus dramas, nos reímos, cantabamos juntos. Hasta que me enfermé. Llevaba 65 niños, me acuerdo de todos los niños que llevaba. Estoy orgullosa porque ahora son gente trabajadora, independiente, responsable”. 

 Con mucha tristeza tuvo que dejar de hacerlo debido a una enfermedad que la afectó gravemente. Su historia ha trascendido llegando incluso a las pantallas televisivas. 

MENSAJE A LAS NIÑAS Y MUJERES DE RENCA

“Decirle a la mujer, que tiene que ser fuerte, valiente y afrontar los problemas, porque no se pueden dejar guardados debajo de la almohada. Ser decididas y atreverse a decir las cosas, ya no es tiempo de que ni el sistema ni tu marido te pasen a llevar. Tratar de que vuelva el respeto”.