Virginia Fuentealba

Primero que todo, agradecer a Dios y a la gente maravillosa que confió en mis capacidades, para representarlos en la Concejalía de Renca. Enviarles un saludo fraterno y deseos de mucho bienestar. En esta oportunidad, quisiera compartir con ustedes, con mucho cariño y respeto, una pequeña reflexión acerca de los días que estamos viviendo.
¿Dónde estaremos mañana? No lo sabemos. Sin embargo, lo que hacemos a diario, marca la diferencia entre vivir o vagar por esta vida. Frente a la muerte inminente de un ser amado o de nosotros mismos se nos vienen muchas preguntas a la mente: ¿hice lo necesario para mejorar la calidad de vida de los que me rodeaban?, ¿cultivé buenos principios?, ¿compartí lo suficiente con mis seres queridos?, ¿transmití la idea de cultivar un mundo mejor?, en que no solamente unos pocos se beneficien de los recursos que tenemos, como país y como planeta, o ¿con mi ejemplo solo heredé la necesidad de buscar un gozo pasajero, utilizando bienes que no nos correspondía?.
Lo que estamos viviendo hoy, no se produjo en un día, más bien es una cadena de hechos, promovidos por las grandes carencias de sólidos principios en la humanidad. Solo cuando nos vemos enfrentados a grandes catástrofes, el desconcierto y la desazón nos hace preguntarnos, qué más podría suceder, qué hicimos mal o cuál ha sido nuestra participación en estos eventos.
Las malas prácticas y el abuso de poder, a todo nivel, están promoviendo movilizaciones impensadas en el mundo. ¿Será que estamos entendiendo, aunque tardíamente, que la mejor forma de predecir el futuro es creándolo juntos? Como renquinas y renquinos, debemos darnos la oportunidad de participar activamente en nuestra comuna, sin ponernos límites. El mañana puede ser muy incierto, si dejamos que otros decidan que calidad de vida queremos tener.
Como profesora con más de 30 años de ejercicio docente, gran parte de ella en nuestra querida comuna, reconozco que debemos realizar una profunda transformación en el pensamiento crítico de la humanidad, transmitiendo en una sintonía que promueva los valores reales que debiesen guiar a nuestra sociedad, tales como: la igualdad, la justicia, la felicidad, la honestidad, la esperanza, la gratitud, la responsabilidad, el sacrificio, la amistad, el amor, la cortesía, el respeto, la paciencia, la tolerancia, la dedicación, el optimismo, la cooperación, el compromiso, el perdón, la integridad y todos aquellos que nos permitan vivir en armonía con nosotros mismos y con todo lo que nos rodea.
“La oportunidad de un mundo mejor no ocurrirá sola,
debemos trabajar para lograrlo”
Afectuosamente,
Virginia Fuentealba Vergara
Concejala de Renca